Los pilotes, sean de concreto o acero, son fundamentales en las obras de ingeniería, pues, hincados o clavados en grupos, y a corta distancia entre sí, constituyen la base para los puentes, muelles, y otras grandes y pesadas estructuras, que requieren estar sólidamente anclados en capas de terreno de gran consistencia, las que muchas veces sólo se hallan a 30 ó 40 metros de profundidad.
Estando fijados de esa manera, hacen posible que sobre ellos se construya las zapatas, pilares, plataformas y otros elementos de la estructura final.
En este video se aprecia cómo son hincados totalmente en tierra. Una grúa sostiene un pesado martillo neumático, el cual es embonado en el extremo del pilote, para que, golpe a golpe, lo vaya introduciendo en el suelo.
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