miércoles, 12 de octubre de 2016

Cómo Funciona una Bala

Una bala funciona de una forma que se parece mucho a la de un cohete espacial, que en realidad se desarrolló copiando en gran parte a la primera. No es casualidad que, al margen de los tamaños, ambos proyectiles tengan una forma muy parecida.


Así como el cohete lleva a su tripulación o su carga útil en el pequeño compartimiento ubicado en su extremo superior, la bala hace lo propio con su carga útil (la bala en sí, generalmente fabricada de plomo).

Así como el cohete almacena toneladas de combustible en su largo cuerpo, la bala hace lo propio en su casquillo, repleto de la pólvora que la impulsará.

La gran diferencia entre ambos consiste en que en el cohete todo el largo depósito de combustible despega con éste, impulsado por los gases expulsados a gran velocidad por sus toberas, y sólo posteriormente es desechado (en una o más etapas).

En la bala, en cambio, el casquillo no acompaña a ésta tras el disparo, pues simplemente le sirve como espacio para que se produzca la explosión que la impulsará. Esa explosión se produce cuando el dispositivo fulminante, ubicado en su base, es impactado a gran velocidad por el mecanismo interno del arma, generando una chispa que enciende la pólvora y la hace estallar. Al no tener otra vía de escape que el extremo superior del casquillo y el cañón del arma, la bala (el metal en sí) sale despedida en esa dirección. El casquillo, por su parte, queda regado, entero, cerca del arma.